VIAJE AL EDÉN

Este será el viaje (lo siento, querida Berna) más fascinante llevado a cabo por una persona cualquiera de mundo. Va a ser un crucero por los abisales mundos del cuerpo y la mente, dos estados que deben rendir al máximo nivel para cumplir el objetivo final: el restablecimiento de la salud. El reto más crucial, un desafío a la vida y a la obsoleta y antediluviana terapeútica científica (llámese medicina alopática o medicina convencional), al menos en el caso que a mí me toca, prestando especial atención a los futuros hándicaps que puedan trastocar el propósito de este diario. No digo que la medicina convencional no sirva para nada, pero para algunos lances de la vida es inútil y nociva a medio y largo plazo. Este es mi cuaderno de bitácora, donde dejaré constancia de los devenires de mi afeccón. Diariamente haré constar todo lo relacionado con mi dolencia, qué como, medicamentos actuales, tratamiento paliativo, estado emocional, ejercicio físico y sobre todo evolución en el tiempo. Se admiten opiniones, sugerencias o consejos de cualquier tipo.

AGRADECIMIENTOS

Ante todo, mis congratulaciones a David Vinyes, Alfonso Martínez Roca, Almudena Moreno y Karmelo Bizkarra, que supieron ponerme en el verdadero camino de la salud y me aportaron una gran cultura sanitaria, muy aprovechada y valiosa en su momento pero desperdiciada a posteriori por el que suscribe. Grave error del que ahora me arrepiento. Y dar también las gracias a los cientos de webs que circulan por Internet, que me iluminaron y me iluminan día a día y me enseñaron y me enseñan a reflexionar sobre lo supuestamente obvio en materia médica y sanitaria en lo que a mi persona respecta. Nunca es tarde si la dicha es buena. Así arranco de nuevo para devolver a mi organismo lo que nunca debí perder, lo que recuperé con mucho esfuerzo y lo que volví a descuidar, la salud.